Foto: Isabel Muñoz (Edit. La Fábrica)
LA ESPERANZA
Estar ahí,
para irnos. Por si algún día volvemos a la estética de oro, por si nos desencontramos. No resarcirse, que no se avale el tanteo. Por si resulta que sí fuimos,
por la sangre licuada en los imprevistos.
***
LA AMARGURA
Nadie es tanto como lo que es en otro ni tan poco como cuando vive de las sobras.
El viejo hábito de desmitificarnos, de sustraer el plural, de serlo todo y serlo sola.
***
LA CONDENA
Implicada en una intimidad rota, un cuerpo o un saco de ceniza, un efecto y algún héroe más de sábanas que de venganza.
Tantos verbos derrochados para tan ínfimo trecho. Acunar el agravio con un pincel o con piel en cueros, sentir en la nuca los silbidos de los nuevos paseos.
Las cosas que no decimos tienen forma de pánico, color de ciegos, y amnesia de vergüenza. ***
Paula Sanz
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