Milano. |
Así ha querido ser
y así ha sangrado,
la plena luz de la noche escueta
talladita a los huesos de la cadera,
deleitada en el perfil del nervio.
Las voces tibias
que se ramifican para morir
en la blanda lucha de la inercia;
segregar con los labios catapultas.
Rotunda la esperanza
de expurgar las llagas, la desnutrición.
El acoso, el derribo,
ir al amor como a una guerra,
bautizarse en el reclamo de vivir.
Y ya sabía
del tiempo como mañana,
del abandono del camino del ayer.
Así he querido ser
y así ahora ando.
Eterna fidelidad a la gloria,
la cama jugosa,
los ríos de piel.
Paula Sanz
No hay comentarios:
Publicar un comentario