Belgrade model European Union, Octubre de 2012 |
reza un dicho griego, pero, así y todo, es preferible acogerse a la
desorientación por sistema que a la quimera de saber lo que se quiere, cuando el camino hacia lo que se quiere es francamente arduo. (Llevo
días de Belgrado, esta vez sin el backpack.)
Yo ya sabía que iba a prodigar un discurso de consenso asambleario cuya
arquitectura iba a tardar poco en amenazar con tambalearse. (Llevo días de
Belgrado forzándome a desarrollar a matacaballo una intuición y una lógica de
estrategias de colaboración que chocan con mi natural reticencia a pactar por
defecto.)
Yo no sabía que terminaría sentada en un tiovivo escuchando you have the most beautiful neck I ever
[se omite por decoro el final de la frase] y evitando a toda costa responder
con otro halago por educación, porque una llega a una edad en la que no está
para despropósitos. (Llevo noches de Belgrado observando a esos respectable members aliarse íntimamente
unos con otros, pactando con las piernas arremolinadas en suelos de hostales de
capital serbia donde los pasillos huelen a humo y las mañanas saben a café de
máquina y a tacones apresurados.)
paulasánchez
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