domingo, 14 de noviembre de 2010

L'amour est enfant de Bohême.


Para tí
todos mis días felices,
con su pálpito de cuenta atrás,
con su regusto a especias
y su olor a enjambre y a panal.
Para mí
todos mis días felices,
sin esas sombras iracundas,
sin pobreza en las costuras,
sin locuras diseñadas por satán.

Por tí
las cinco capas de mi piel
y lo que gustes,
la esperanza en la tangencia,
el deseo atemporal.
Por mí
que se tuerzan
los puntos cardinales,
violentar los labios
y siempre, siempre recordar.

Sin tí
a lo mejor me desmenuzo,
vomito al cielo
su juego sucio,
friego triste tu huella vital.
Sin mí
dímelo tú qué pasaría,
brecha de agua
o caminos de avaricia;
lamer tristes nuestra huella mortal.


Paula Sanz.

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