miércoles, 26 de octubre de 2011

Let them go untame at will.


El ministro de Justicia dice sobre una posible excarcelación de Arnaldo Otegi: "Todo lo que sea consolidar este proceso siempre será bueno". Familiares, amigos, compañeros y 'tifosi' dan el último adiós a Marco Simoncelli, que falleció el pasado fin de semana en un trágico accidente en Malasia. Zapatero recibe a Urkullu, que pide acercar a los presos y 'dar pasos ya'. La cita, en el Palacio de la Moncloa, no significa la apertura de una ronda de contactos entre el Gobierno y los líderes de los partidos.
Portada de El Mundo online, 26 de octubre de 2011.


Etcétera, etcétera.

Me estoy asencillando. Lo certidumbro por la manera en que te mayusculas delante de toda inimportancia. Vengo de instantanearlo ahora que, en vez de periodiquear como de costumbre, apenas sí he acertado a rozar visualmente titulares. Tengo la atención emBabiada desde que te delanteas, te hombreas, te volteas y me arrancas impulsos físicos incluso de perfil. Conduces mis exigencias habituales (sí, claro que me gustaría que fueses más rojo y menos cortés) hacia una desvergonzada y plácida mudez. Me desenrevesas pero, simétricamente, me detonas.
Descortíname más allá del discurso y la carátula: cuando te hablo de democracia y oenegés, por dentro estoy pensando vamos a perforarnos de inexperiencia, a horizontarnos de pie, vamos a hacerlo a capella. (Te dije que me estaba asencillando.) Vamos a conjugarnos hasta quedarnos sin saliva. Vamos a desarmarnos hasta ser en carne viva. Vamos a avulgarnos y a mirarnos solo de cuello para abajo. Vamos a desprudenciarnos en los bares. Vamos emparedarnos (ambos, contra, de un golpe seco) y a desempapelar los muros de tanto. De tanto, bueno, de eso.  

paulasánchez 

domingo, 23 de octubre de 2011

Permission to speak candidly.


Tú estás de perfil, fumando apoyado en la ventana y yo no tengo las bragas puestas. Ya no hace calor y mi cuerpo helado vuelve a florecerme, esos nudillos agrietados, esa delgada línea morada perfilando la boca, los pómulos enrojecidos. No se qué me pasa contigo, ¿me pasa algo contigo?, el amor que se me ha vuelto cuervo, cueva, antojo, burbuja, hiedra, aire. Tú elevas la cabeza para echar el humo, yo recojo la luz de la farola con mis pies y pienso en frases que describan el burdo arte de desfallecer de vicio. [Probabilidad de que vaya a ponerme las bragas: 10%]. Yo no empleo el pronombre 'nosotros' desde que me marché de Milán con la lluvia colada entre mi bufanda y aquellas manos blancas españolas que se quedaron huérfanas de quien yo quería tanto. A veces, la vida me parece un mala segunda parte desde que me fuí de allí, me carcome la nostalgia, es todo peor ahora, ¿es todo peor ahora?, y mi cerebro que se calle, sus caprichos, sus miserias, sus ganas de reírse de mí. [Probabilidad de resurgir de aquellas cenizas: 40%]. Tú dejas el cigarro a medias y yo ya me he metido debajo del edredón. Ahora noto el sudor residual en las sábanas, la cama profanada, desvirgada, atravesada, rematada, ¿rematada ya?, la madrugada no tiene tantas horas como para quitarme los problemas. Todos los cuerpos son extraños a plena luz del día y a plena luz de la noche pero en el reposo horizontal tú y yo, nunca nosotros aún, ¿aún?, soy distinta, soy mejor porque tú dices que yo creo arte y me respetas. Tanto tantear la felicidad y dejarla por tonta, por cobarde, por qué se yo, pero sí sé yo, lo que pasa es que me invento el pero. [Probabilidad de confesar que casi lloro: 3%]. A mí me gusta el nexo que constituye el espacio donde nos tumbamos porque fuera de él no sé caer en las cuentas, no consigo hacer borrones, no tengo un fin ni un reclamo ni un billete de avión escapista. No quiero tener que volver a decir 'corazón' y que suene a burla, ¿solo a burla?, y es que fuera de donde estamos soy peor, el mundo ruge demasiado y yo estoy harta de chillarle en la cara que me deje, que me deje en paz. [Probabilidad entre tú y yo de seguir pariendo lunas, tocando pieles, contando cuentos, gimiendo sofocos, hablando en plata, bebiendo vino: 90% al alza].


Paula Sanz.

domingo, 16 de octubre de 2011

Let's don't and pretend we did.

"Haz lo que dices y no digas lo que haces."
-Boccaccio.-

Es la recta que nos atreviesa, que me ha tenido sin mediar palabra durante dos semanas. Es el suplicio de detenerte porque si no, vamos a caer rodando al corazón y tú ahí nunca has estado y yo ahí no sé si quiero volver. Haces agua de cada zarpazo que te meto, de cada frase metálica que te estrello contra el pecho y en tu inocencia me sorprendo arrojada al decente espacio entre tus brazos y tu espalda. Cada cual en esta vida devuelve algo de lo que ha aprendido pero siento que de mí no se aprenden maravillas. Ya no sé quién merece a quién ni quién encaja con quién si nada de lo que eres me conmueve y sin embargo, me conmueves. Si nada de lo que te hago es acertado y sin embargo, me retienes. Pienso en esa forma que tienes de desmentirme los oídos. En esa forma que tengo de contraer músculos y futuro a la misma vez, en el sudor abierto en canal por mi vientre. Tus sonidos son asalvajados y eres animal en un campo donde encontrar la ternura es valioso. Ojalá yo fuera como antes, como cuando no era una cárcel de batallas muertas, como cuando aún no me habían florecido las alcantarillas; ojalá yo fuera como antes para poder hacer algo más que fiarte mi piel.

El deseo es un pacto anárquico entre la puerta y tu cama, entre mi tiempo y mi destiempo. No hay manera de escribir esto sin ser una romántica o un fracaso. No vamos a ser el término medio. Es la recta que nos atraviesa, que me tiene perpleja. Ya no recuerdo cómo se estaba a la altura. Me entran ganas de cubrir con membranas mi boca y mis ojos, de ponerle esparadrapo a mis articulaciones. Pero sé que la próxima noche, va a venir Hiroshima desde el interior de los muslos,

arrasará
                   mis caderas,

mi hígado

y mi vergüenza,

y va a provocarme una lágrima con la misma belleza que tiene un cisne desplegado o un hombre que no teme lo que besa.




Paula Sanz.

lunes, 10 de octubre de 2011

Despropósitos de manual.



Textbook courtship:
Sí, era lindo ver desde la plaza San Martín [...] parejitas provincianas, [...] seres primitivos que para llegar al sexo no precisan dar, como nosotros, clase media frustrada y pretenciosa, tantos rodeos previos por zonas en que moran la religión y JeanPaul Sartre y la carestía de la vida y el teatro independiente y vio el último asalto y su cara me resulta conocida y dónde pasará Carnaval y Turismo y los partidos tradicionales están caducos y hace años que no había un verano tan caluroso y esto del dólar siempre a once es una situación artificial e insostenible y viaja usted siempre en este trole y me daría su teléfono y me siento tan cómodo hablando contigo. 
Gracias por el fuego, Mario Benedetti


Textbook aberrations:
Sí, era ridículo, caricaturesco y peripatético, por ese orden, salir a los adoquines de la calle de Espoz y Mina, salpicados de panfletos de empresas especializadas en la compraventa de oro y entradas para bares de dudosa ventilación, con el admirable objetivo de darle los últimos retoques a un despropósito de manual, de los que crean escuela. Invertir la noche en plasmar la presión de mis manos en puntos de tu geografía estratégicamente seleccionados conforme a un criterio de contingencia: solo en aquellas áreas que no llamarán la atención de puro casuales, a sabiendas de que palparte hace tiempo que dejó de ser casual; describir con mis codos, brazos y costados una alineación perfecta a la tuya, nacida de la inercia y del aprendizaje (de paso y de memoria) de tus estribores; oler a ti en el camino de vuelta, compaginando la memorización de tu olor con el descubrimiento de que estoy ralentizando mis pasos y recortando la distancia de mis zancadas adrede; concluir diciéndonos que, en efecto (en llamas), estamos discrepando a propósito cuando, en realidad (en llamas), lo único que tendría que decirte es que «me siento tan cómodo hablando contigo». 



paulasánchez

lunes, 3 de octubre de 2011

Whose misdirection?

La Capuchinada 
(Barcelona, marzo de 1966)

They will try to instill into you that adulthood means holding sway over your offspring. Do not forget there always remain tiny nooks to stream through. There is no point in dusting off one’s mistakes in order to obtain recognition, to thrive in foreign guilt, before others' shameful reluctance to give up. If ever I hold my sacrifices against you, I shall expect you to speak out and inflict your unadulthood on me: Haber luchado por lo que querías cuando aún estabas a tiempo.

Don’t you dare discourage,

They will have you believe you won’t make it, for one doesn’t make a living out of pipe dreams such as working-class struggle, labour rights and the likes. A waste of time, they’ll brag. If ever I am so rotten as to talk you into conformism, I shall expect you to speak out and inflict your disdain for relinquishment on me: Si por ti fuera, seguiríamos viviendo en una dictadura.

don’t you dare absolve my averageness

They will sanctify wait, decency and other dubious virtues, but remember prudishness never got anybody far. They will be scornful at you when you accept straight off, when you don’t spare a thought for your physical exposure. Uninvited feelings of remorse will gladly run their fingers down your back when you let his eyes wander over your nudity. If ever I condemn our nature, I shall expect you to speak out and inflict your beautiful inexperience on me: Qué lástima de cuerpos aquellos que caen en el desuso.

and do please wear your skin out with humanness. 

paulasánchez

domingo, 2 de octubre de 2011

To write love on her arms.

MoMa 2011.
How a good man loses his goodness. The convexity in the word 'devoid'. The rebounding of the body after the riot. The escapism out of nowhere. The happenstance of her mouth. She thrives.

Yo que tú tendría miedo
de verme doblar la esquina,
de verme triplicar los andrajos de tu alma,
de los cuadrantes de mi vientre capaz,
de verme quintuplicar la atmósfera 
con todos mis contagios.

How another man comes along. Spelling the word 'overcome' with eyes closed and fists open. The fabulous art of keeping it short and sweet. The enlarged dimensions of her womanhood. She is better crossing the Atlantic Ocean this time. She soars.

Perdono pero no olvido,
no olvido y no repito,
no repito y no recaigo
en los lastres que me han llevado
a descargar cuando no quería,
a querer cuando no debía,
a conformarme cuando ya no podía.

How he's got her smiling again. The endurance in the word 'ache', in the word 'versus'. She leaves once more, under the protection of her cherished revolution. The beautiful nature of her renewed, obscene kiss.

She skyrockets.



Paula Sanz.