jueves, 29 de diciembre de 2011

Don't go away mad (just go away).


Vale ya de tener que peregrinar el eterno camino de Ya No Estamos Juntos. Ya está bien, lo de tener que dar explicaciones a terceros, a cuartos, a octavos, lo de tener que aparecer en sociedad con una armadura puesta y una bandera de exnovia coraje. A la gente le gusta que la dejen en paz. Es más, a la gente le gusta mucho la gente, a la gente le puede gustar otra gente, a mí me gustan otros hombres, otros torsos, me gusta que el placer femenino sea tan anacarado y tan ondulado. No, no me apetece rememorar viejos tiempos y no, no me apetece ser empática con los amoríos ajenos. Me interesa poco volver a los brazos de espinas que en su día me crearon esta herida inalcanzable que tengo en la espalda. Sí, no consigo desinfectarla del todo, se me da mal. Y no pasa nada, porque no da tanta pena y porque la gente prefiere vivir a su ritmo. Si no es mucho pedir, a mí me gustaría seguir con lo mío y pasarme un domingo haciendo pompas de jabón. Porque la realidad es que un día, seguramente más bien una noche, alguien cruzó diez palabras conmigo -cómo sois las mujeres, os agarráis a un clavo ardiendo- y me sorprendí intentando dibujarle desnudo en mi cabeza. Y en ese instante dejé atrás el reseco camino de Ya No Estamos Juntos para engancharme al peregrinaje de He Conocido A Alguien. A veces las cosas pasan así, me he fijado, cuando hay una química tácita entre dos personas. Pero a veces, esas personas dan paseos y otras veces el extraño mundo los manda a trabajar a diferentes países. Y se van, él con su orgullo y ella con su espalda todavía sin curar. No pasa nada aunque sí que pase, aunque de vez en cuando se les abran grietas en los ventrículos cardíacos. No me queda claro por qué hay devolverse a los abismos cuando la gente lo que quiere es poder avanzar y encontrar a alguien que les haga la boca agua, tener sexo inapropiado, no ducharse en todo el día, sorber la sopa, saltar en la cama y que les dejen en paz. Sobre todo eso, que les dejen en paz.


Paula Sanz



Lassitude and philanthropy.



[La de aquí] tiene una paciencia que agoniza y se encoleriza a partes iguales desde que [el de fuera] ha aparecido. [La de la política, la del teatro] no acostumbra a morderse los puños, a mirar con perspectiva, a incitar a propósito la confianza ajena; menos aún, a pasar tardes pendiente de una tendencia al cansancio que se ensombrece ante la fertilidad de espíritu de [ella, la de las espaldas menudas]. Un cristiano no tiene derecho a estar triste y él [aquel de la cicatriz junto a la cadera] ha estado a punto de enlutarle dos días.  

Aquí solo se llora de idealismo.

[La de la estilística] prefiere pensar que es porque empezar implica andar a trompicones, pero ya es el tercer día que cavila joder yo antes de ti estaba mejor, el segundo que [el del contenido] se olvida de que son un jodido prodigio, el primero que [la que escribe] cae en la cuenta de que si todavía no ha dimitido es por mantener la frente alta delante de terceros. Hoy será el único día que [la de Ramón Lobo] tolerará haberse preguntado si el pensamiento unidireccional e introspectivo de [el de Pérez Reverte] no atenta contra su condición de mujer que no frena, quién la ha visto y quién la ve, qué plazo será razonablemente largo como para tirar la toalla y que su conciencia no le recrimine no haberlo intentado lo suficiente.

Tú decides la lástima que damos.

No vale ser astuto de profesión y disfrutar con la radical inexperiencia de la otra: no, gracias a Dios nunca te veo venir y, sí, algún día me pegarán palos a pares, pero no por ello voy a vivir en legítima defensa. No vale no poner las cosas fáciles, soltar la granada e informar, como si tal cosa, de que [aquella cuya compostura aguanta un día y dando gracias] va a tener que lucir una paciencia de santo. Es decir, no vale hacer de las cicatrices de uno [encorbatado] y la pureza de otra [desnuda] una amalgama desagradecida.

Cuándo toca que sea fácil.


paulasánchez

sábado, 24 de diciembre de 2011

Crónica de la noche que.


Barcelona, década de los sesenta
Antes corríamos delante de los grises, ahora llevan uniforme azul. Ismael Serrano


Mira, yo no soporto el tonteo. Antes, cuando me has cogido del brazo, he pensado que parecía… no sé lo que parecía. Mira, yo no quiero tener una relación. Lo máximo que he estado con alguien fue quince días y luego me aburrí. Yo no quiero darnos la mano. Yo no voy a decirte que te quiero, no se lo he dicho ni a mi madre. No quiero que te pienses que voy a dar porque en algún momento me volveré frío y me tendré que ir.

Paula la noche que: No sé si me equivoco pero creo no haberte pedido nunca que me quieras. Muchas gracias. Me parece justo todo lo que estableces: nada de ir de compras, nada de darse la mano –fíjate que ahora estamos cerrando el contrato estrechándolas, sin embargo−. Me parece bien privilegiar el trabajo: mi mayor objetivo es salir de este país. Ahora bien, te digo desde ya que yo no voy a estar contigo solo cuando es fácil. Ni contigo ni con nadie. Y si yo me voy a La Haya, yo sé que voy a querer estar. Y que si tú te vuelves a Navarra, yo voy a querer estar. Me niego a sembrarnos de puntos finales antes siquiera de haber empezado a escribir. Dios mío, no imaginé nunca que ibas a tener este ímpetu −cómo aprietas, cómo respiras−; el día que lo hagamos creo que voy a flipar.

*

Paula luego: Creo que esta cuadriculación es tuya. Muchas gracias. Me niego a ser el escarmiento en el que te han transformado con veintitrés años. Creo que deberías haber luchado por mantenerte indemne de los conformismos de otros. Yo estoy convencida de que el mundo está lleno de buenas personas, que no hay que cerrar los ojos para ganarse uno el sueldo y que el único momento en que hemos de cerrarlos es a la hora de dar –desagárrate del manillar−. Pienso que se te da muy bien hablar –siendo abogado, qué menos− y que las gardenias que te cuelgan de la boca son incompatibles con alguien que tala desde antes siquiera de haber empezado a sembrar. Tú has estado a punto de agrisarme –tú gris y mi rojo no se enfrentan solo de urna para adentro–; yo me he precipitado cosa mala. Está claro que, con la fecha de caducidad ya estampada, aquí lo único que vamos a hacer son las maletas.

paulasánchez

pd. En gris y cursiva, tus palabras. En rojo y de pie, las que nunca dirías.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Cocktail hour under the tree of forgetfulness.

 Somos vírgenes del horror, igual que del placer.
[Louis-Ferdinand Céline]
A ver, que me parece que tú te has olvidado de nuestra electricidad y me parece que yo me he olvidado de ignorarte. Y yo, desgraciada de mí, intentando recordártelo entre copas de champagne pero ya se sabe que en momentos de elegancia una no puede lamerse los labios para provocar. Qué sensación extraña, la de no reconocerte. La de verte más guapo, la de verte mejor y notar que era yo la que se hundía con toda la flota. No sé bien cómo pero mi agua pasada sí que mueve molinos. A mí me movías los molinos ayer a lo lejos, casi imperceptible entre la gente, tú, que antes siempre estallabas como núcleo de magma activa, y fíjate que cuanto más te callas, más me gustas. Y pasaban más y más bandejas, y me rozaban más y más vestidos, y nunca estabas tú detrás de las personas, nunca te oía venir. Te lo perdiste tú, y me lo perdí yo también, y de paso, dimos un espectáculo mudo digno de un aplauso. Después de este tiempo, no hubieses encontrado en mí a una mujer preferible, ni a una mujer que habiéndote reflexionado, decidiera quererte con el corazón en una mano y el útero en la otra. Yo vivo muy tranquila con mi lema de que la mancha de mora roja con mora verde se quita y lamento decir que no te hubiese prometido mi intensa devoción anoche. Pero mezclé tres tipos de tinto porque tuve el buen gusto de procurar anularte en silencio, para mis adentros, con esa neblina de flojera que sonsaca el vino. Curiosa tarea, la de verte arrojar mis gozos a un pozo. Y cuando bajaron las luces, me dieron ganas de arrancar todo mi encaje rojo, prenderle fuego, hacer un giro teatral, fingir un desmayo y despertarme con tus manos en mis hombros. Qué quieres que le haga, me tuve que conformar con quitarme los zapatos. No sé qué decir que no nos hayamos gesticulado ya. Quizás que desde tí, he vuelto a nacer; me lo dicen las blancas líneas de mi melancolía. Y yo, desgraciadísima de mí, viéndote huir como enemigo por puente de plata, en esa ráfaga última de tu perfil a contraluz. 

Allí me quedé, con el maquillaje a medio enloquecer, los pies helados, la vida acelerada. ¿No dices nada?, pensé. No dices nada. No dijiste nada. Allí me quedé.



Paula Sanz.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Frases que solo se dicen al principio.



Podría 

Please make a mistake. orar,
[...] that you and I know [...] asustarte,
I think of you often. trepidar,
Tengo un cumpleaños al que no quiero ir, por si quieres ser mi excusa cómplice o mi acompañante. desgastar,
No sé qué opinarás de eso. tener que reprimirme para no hacer de mi fe una medalla
Me gano que no me contestes [...]. ver venir el alud,
Te voy a decir una cosa y voy a tener quince años. fraguar,
(abrocharme un botón de menos, aparcar las gafas) no reconocerme,
(contar mis pasos y ser consciente de que estás detrás, abrir despacio y saber a desgallardía) no reconocerme,
Me miras más a los ojos cuando les da el Sol. no reconocerme,
Bueno, y ¿qué tal el día?, contemplar el teléfono incrédula


y el paseo de los tristes alegrar, si te pones a bailar. Las estrellas nos alhambran al pasar. 

paulasánchez





viernes, 25 de noviembre de 2011

My devil fell in love with you.


Estando sola en la explanada delante de la torre, el viento le cortó la cara y diez mil mariposas violetas salpicaron el aire desabrigado. Se le colaron las serpientes de hielo entre las aperturas de la blusa, y le hicieron cosquillas y también un poco de daño, y se enroscaron a su alrededor y ella pensó en el extraño placer del hielo sobre la piel febril. Febril de desarraigo, febril de desvinculación. Notaba cubos de agua volcándose dentro del corazón, una estúpida sobredosis de sangre rotando por las venas. Cada paso hacia la torre era un paso menos hacia la vida y un paso más hacia la persona que siempre supo que sería y nunca quiso ser. Un terror calmado le acolchaba cada pequeña zancada y trescientas palabras se atormentaban justo encima de su cabeza, haciéndole lagrimear. ''The duration of the hard, sharp outlines of things is a grief to me'' casi mataba a palos a ''Do you still want me?'' mientras que ''One can't stay on the straight and narrow path forever'' aniquilaba a cada tímida frase que osaba erigirse en protesta. Sabía el refugio envenenado que suponía dedicar sus días y sus noches a trabajar y no a pensar. Sabía que acabaría por creerse la falsa sensación de olvido, la falsa idea de que la espantosa intimidad de uno no debe ser compartida. Sabía a quién acabaría pareciéndose, a qué clase de mujer sola e irritable, asustada e implacable, ambiciosa y metálica. Un hilo de arañas pasó corriendo por su nuca y se le deshicieron los labios en llamas de tanto frío que tenía.

La batalla campal sobre su cabeza seguía recrudeciéndose, aquella masacre de frases asesinas, confundiéndola, preocupándola, salvándola. ''Sex is everywhere all the time and you can't escape'' se consumía a golpes contra ''My devil fell in love with you'', y era esa guerra la que más le dolía a ella, la que la hizo detenerse a poca distancia de la torre y mirar hacia arriba, donde el cielo ponía a secar sus bragas blancas. Si había algo impulsándola a entrar era la pena infinita que empezaba por P y la pena segunda que empezaba por S, la incapacidad suya de perdonarse, de ser consigo misma. A punto estuvo de largarse de allí, de entrar por la ventana de él y morirse ahí mismo mientras pudiera, y vivir ahí mismo mientras quisiera.

Al final, se recompuso, recogió todos los charcos de asuntospersonales, se escurrió las serpientes de hielo, cerró bien su abrigo y batió los ojos para sacudir las gotas negras de inquietud. Saludó con su mejor sonrisa, activó el teléfono, clavó fuerte los tacones sobre los terrores acolchados en el suelo y cruzó el umbral de la puerta sin advertir la única frase que quedaba en pie después de la contienda:

''Write the unutterable''.

  
Paula Sanz.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Acts of men.

No soy una mala mujer, solo una mujer abatida por los cocodrilos (Tengo que decirte algo). Qué extraño que al levantarme la blusa no vieras el enorme bocado cicatrizando en mi costado. Qué extraño que apartaras mis advertencias con un matamoscas (Esto no puede ser). Qué extraño que no te despertaras por los rugidos desalmados de los fantasmas de mi cuerpo. No soporto el minuto en el que no me dejaste explicarte cómo salir de mi laberinto, ni tus ojos de tigre herido (¡Espera!), ni mi flaqueza de ciervo, ni aquella jungla brotando a mi alrededor, tragándome (Por favor, espera), abrazándome con su fracaso de naturaleza muerta. Tus alas de águila desplegadas (Yo quería decirte que), mi recular de pantera desconcertada, las normas prehistóricas del reino animal. No siempre soy una mujer doliente pero siempre no siempre dura lo mismo. Y que no a la primera, y que no a la segunda, y de verdad que no a la tercera (Me doy contra mi propio muro, no puedo). Una se agota, una necesita una isla donde ejercerse, una debe limarse sus propias asperezas (Lo siento mucho). Piensas que has sido mi uso y mi abuso, el polvo de los viernes (Espera un momento), el trampolín hacía un futuro menos apretado, otro clavo más (¿Ya está? Déjame explicarte que), otro clavo menos, un valle, un río, un alud. Lo que has sido es una cascada, una especie en extinción, una cura vírica, una abundancia, un fulgor. Unas manos adiestradas como nunca he visto igual, una sensualidad, un hombre, un hombre (Si tu supieras que). A ti te parece -parezco- sumamente superficial y a mí me parece -pareces- sumamente grandioso (Hay una parte de mí que es tuya). No soy una mala mujer, pero tampoco soy el camino que debes recorrer (Sí, ya está).


Paula Sanz.

jueves, 17 de noviembre de 2011

(No) drum roll, please.



'Ok, how about this? The best part of any first kiss is the lead-up to it. The moment right before the lips touch, it’s like a big drum roll.'

Victoria meets Ted.
First season,  How I met your mother.

*
Paula S______ me ha escrito esta noche volviendo a unas andadas que, como su propio nombre indica, tienen un tránsito (calamitoso y) reincidente. I mourned you. En un intento de describirte, ha acertado a aglomerar palabras que I mourned you deberías haber pronunciado (ha calcificado tu discurso), a abusar de tópicos (yopensabaqués) y a terminar el párrafo preguntándome (¿se?) que por qué no la quieres I mourned you. En el párrafo siguiente me ha empezado a hablar de otro. He vislumbrado la palabra «muro» a mitad de la frase. I mourned you so bad. La lectura de ese punto en adelante ha sido por cortesía (se veía venir el desastre) y el resto del párrafo, un accésit en la contienda por el mérito al desbarro. Ella te ha guardado un duelo iracundo e inmerecido que me hace desear(te suerte, digo,) no ser capaz nunca de provocar un amor como aquel al que tú la incitas: desdichado y contumaz. I mourned you. I mourned you.[1]

(La otra Paula S______) tengo que contarle en mi respuesta cómo acabó la historia con el causante de mis últimas tres entradas, y ya he desvelado el final antes de tiempo: acabó. Creo que puedo empezar el párrafo con «Me hubiera gustado» pero borro, porque jodida la palabra «hubiera» y porque jodida la edad que tenemos. You drumrolled me. Estoy convencida de que sumándonos diez años (habiendo padecido) no nos habríamos dejado pasar oh, how you drumrolled me, y, quién sabe, quizá nos habríamos saldado con una grata sorpresa. «Me hubiera gustado» —escribo finalmente— que nosotros, que volver a casa deslumbrada de nuestra milagrosa capacidad de saltarnos reglas you drumrolled me no escritas pero consabidas como que los amigos no, tumbarme en la cama para regocijarme en mi poco practicado arte de desvelarme por alguien y ponerme nerviosa ante la perspectiva de ti you drumrolled me de nuevo. Jodida la naturaleza perecedera de El Momento, que, si se desaprovecha, se agrisácea en El Momento Que Ya No. You drumrolled me.  You drumrolled me.[2]



[1] indeed still do.
[2] Not any more, indeed.

domingo, 13 de noviembre de 2011

My candle burns at both ends.


ALICIA
Esta relación es muy extraña (...)

DEVLIN 
¿Por qué?

ALICIA levanta la boca y besa a DEVLIN.
 
ALICIA
 

Quizás por el simple hecho de que tú no me amas.    

[Notorious-Alfred Hitchcock]




Yo iba a volver al mismo punto donde era otra,
para recordar lo que me duele desnudarme,
para agacharme hacia la madrugada
con el acero de una saliva escociendo mi repertorio,
y nadie ahí para vendar mi miedo.

Yo iba a entregarme con las manos en la nuca,
como una musa antigua,
como una mujer o una sumisión,
no como los pétalos oxidados
de unas flores que son sexos,
que son fieras, que son yo.

Yo iba a volver al descampado de mi impaciencia
para ver este nacer y este morir cíclico
al que someto al amor que me reviento.
Escupir la vida por oclusión,
y ser pureza, satén, buena, buena.

No puedo dejar de ser
la mazmorra que acicala a los hombres solos,
la cruz de tus ojos,
el simple hecho de que yo no te amo
porque solo entiendo el querer a tientas.

Dejadme estar, que no me aten en corto;
pertenezco solo a mi indómita indecencia.

Paula Sanz.

domingo, 6 de noviembre de 2011

My mind is a razorblade.

''As long as you're going to be thinking anyway, think big.''


Se me amorata el pecho cada vez que me adjetivas y en el aire se condensa un rubor. Se me parte el alma cada vez que entiendo que soy peor mujer que tú hombre y no querría nunca que hicieras de tu capa mi sayo. Pienso cosas tan deprisa que se pisan unas a otras, que se comen en su velocidad, y lo que pienso ahora es que el coraje a veces se salta una generación. Se me eriza el vello de la baja espalda cuando me doy la vuelta y me quito las pulseras con la elegancia de una puta y en el aire se muere una castidad. Bailo Proud Mary descontroladamente los domingos y huelo las hojas de los libros con el mismo amor que una madre olería a su bebé. Estoy pensando que el camino de la vida nos encuentra frente a frente y nada más; eso somos tú y yo, una colisión extravagante. Se me genera una ventisca en las venas cada vez que él vuelve, cada vez que pregunta ycómoestáella. Querría molerle a palos, morderle los hombros y notar que se le flexionan las piernas, arañarle los huesos, lamerle la sangre de la comisura del labio y decirle this killed me. Ahora se me viene la idea de que yo nunca sueño contigo, corazón; tengo la mente como una cuchilla, que solo desintegra, rebana, rebana y es peligrosa, pero tú la soportas, aguantas cada tajo con la entereza del mármol. No eres el primero que se ciega de verme caer hacia mí misma pero sí que eres el primero en abrazar la oscuridad que provoco. Siempre estoy pensando que mi mayor logro son las amistades que me acolchan la andadura, que son ellos mis brazos y mis piernas, nunca solo un refugio sino una hoguera con latido propio. Ahora pienso que ojalá se curen aquellos que permanecen en la vida solo por advenimiento. Se me dispersa el destierro cada vez que entrelazas miel milagreada entre mis dedos y el aire cede. Me arden los ojos cada vez que lo pido lento y tú lo haces. Se me enciende el pecho cada vez que dices Paula y se apaga el aire.

Paula Sanz.

martes, 1 de noviembre de 2011

Marx aplicado a ti.


«[…] la ley absoluta del sistema de producción capitalista es fabricar plusvalía. Lo que el comprador de la fuerza obrera se propone es enriquecerse haciendo valer su capital […]»
Te he estado observando y ya sé percibir cuándo te parece atractiva una mujer: la acaricias visualmente de soslayo, sonríes arrastrado concentrando el peso de la media sonrisa en una comisura, refugias con dejadez una mano en el bolsillo y, con la otra, fumas (fumas, más). Hay gente que me hace querer ser mejor persona. Tú, en cambio, me haces querer ser más guapa. Eso no es buena señal.

«Así como en el mundo religioso el hombre se halla dominado por la obra de su mente, del mismo modo, en el mundo capitalista, lo es por la obra de sus manos.»
Te he estado observando, y, de tanto observarte, me he dado cuenta de que besas suave (besas suave, y a placer). Hasta los dos besos del saludo más trivial, los das sosegadamente, confiriéndoles una belleza extraordinaria. Hay éticas que premian la abstracción de los pensamientos impuros. Tú, en cambio, los propicias. Esa señal y yo nos conocemos.

«[…] la concurrencia impone como norma imperativa la de que en la fabricación de una mercancía no se invierta nunca más que el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción, puesto que [...] cada productor tiene que vender sus mercancías a los precios del mercado […].»
Yo rechazo una economía –y, por ende, una sociedad– de mercado porque, según esta, se es en la medida en que se compite. Encuentro detestable verla (verla, a ella) y sentir  la necesidad de hacerme valer: ser más ocurrente, ofrecer más conversación, mendigarte más complicidad. Me ridiculiza. Remplaza por leyes de concurrencia la fraternidad humana. Hay personas cuya atención no convoca certámenes. Tú, en cambio.

La señal es de frenado.


paulasánchez y fragmentos de El Capital

miércoles, 26 de octubre de 2011

Let them go untame at will.


El ministro de Justicia dice sobre una posible excarcelación de Arnaldo Otegi: "Todo lo que sea consolidar este proceso siempre será bueno". Familiares, amigos, compañeros y 'tifosi' dan el último adiós a Marco Simoncelli, que falleció el pasado fin de semana en un trágico accidente en Malasia. Zapatero recibe a Urkullu, que pide acercar a los presos y 'dar pasos ya'. La cita, en el Palacio de la Moncloa, no significa la apertura de una ronda de contactos entre el Gobierno y los líderes de los partidos.
Portada de El Mundo online, 26 de octubre de 2011.


Etcétera, etcétera.

Me estoy asencillando. Lo certidumbro por la manera en que te mayusculas delante de toda inimportancia. Vengo de instantanearlo ahora que, en vez de periodiquear como de costumbre, apenas sí he acertado a rozar visualmente titulares. Tengo la atención emBabiada desde que te delanteas, te hombreas, te volteas y me arrancas impulsos físicos incluso de perfil. Conduces mis exigencias habituales (sí, claro que me gustaría que fueses más rojo y menos cortés) hacia una desvergonzada y plácida mudez. Me desenrevesas pero, simétricamente, me detonas.
Descortíname más allá del discurso y la carátula: cuando te hablo de democracia y oenegés, por dentro estoy pensando vamos a perforarnos de inexperiencia, a horizontarnos de pie, vamos a hacerlo a capella. (Te dije que me estaba asencillando.) Vamos a conjugarnos hasta quedarnos sin saliva. Vamos a desarmarnos hasta ser en carne viva. Vamos a avulgarnos y a mirarnos solo de cuello para abajo. Vamos a desprudenciarnos en los bares. Vamos emparedarnos (ambos, contra, de un golpe seco) y a desempapelar los muros de tanto. De tanto, bueno, de eso.  

paulasánchez 

domingo, 23 de octubre de 2011

Permission to speak candidly.


Tú estás de perfil, fumando apoyado en la ventana y yo no tengo las bragas puestas. Ya no hace calor y mi cuerpo helado vuelve a florecerme, esos nudillos agrietados, esa delgada línea morada perfilando la boca, los pómulos enrojecidos. No se qué me pasa contigo, ¿me pasa algo contigo?, el amor que se me ha vuelto cuervo, cueva, antojo, burbuja, hiedra, aire. Tú elevas la cabeza para echar el humo, yo recojo la luz de la farola con mis pies y pienso en frases que describan el burdo arte de desfallecer de vicio. [Probabilidad de que vaya a ponerme las bragas: 10%]. Yo no empleo el pronombre 'nosotros' desde que me marché de Milán con la lluvia colada entre mi bufanda y aquellas manos blancas españolas que se quedaron huérfanas de quien yo quería tanto. A veces, la vida me parece un mala segunda parte desde que me fuí de allí, me carcome la nostalgia, es todo peor ahora, ¿es todo peor ahora?, y mi cerebro que se calle, sus caprichos, sus miserias, sus ganas de reírse de mí. [Probabilidad de resurgir de aquellas cenizas: 40%]. Tú dejas el cigarro a medias y yo ya me he metido debajo del edredón. Ahora noto el sudor residual en las sábanas, la cama profanada, desvirgada, atravesada, rematada, ¿rematada ya?, la madrugada no tiene tantas horas como para quitarme los problemas. Todos los cuerpos son extraños a plena luz del día y a plena luz de la noche pero en el reposo horizontal tú y yo, nunca nosotros aún, ¿aún?, soy distinta, soy mejor porque tú dices que yo creo arte y me respetas. Tanto tantear la felicidad y dejarla por tonta, por cobarde, por qué se yo, pero sí sé yo, lo que pasa es que me invento el pero. [Probabilidad de confesar que casi lloro: 3%]. A mí me gusta el nexo que constituye el espacio donde nos tumbamos porque fuera de él no sé caer en las cuentas, no consigo hacer borrones, no tengo un fin ni un reclamo ni un billete de avión escapista. No quiero tener que volver a decir 'corazón' y que suene a burla, ¿solo a burla?, y es que fuera de donde estamos soy peor, el mundo ruge demasiado y yo estoy harta de chillarle en la cara que me deje, que me deje en paz. [Probabilidad entre tú y yo de seguir pariendo lunas, tocando pieles, contando cuentos, gimiendo sofocos, hablando en plata, bebiendo vino: 90% al alza].


Paula Sanz.

domingo, 16 de octubre de 2011

Let's don't and pretend we did.

"Haz lo que dices y no digas lo que haces."
-Boccaccio.-

Es la recta que nos atreviesa, que me ha tenido sin mediar palabra durante dos semanas. Es el suplicio de detenerte porque si no, vamos a caer rodando al corazón y tú ahí nunca has estado y yo ahí no sé si quiero volver. Haces agua de cada zarpazo que te meto, de cada frase metálica que te estrello contra el pecho y en tu inocencia me sorprendo arrojada al decente espacio entre tus brazos y tu espalda. Cada cual en esta vida devuelve algo de lo que ha aprendido pero siento que de mí no se aprenden maravillas. Ya no sé quién merece a quién ni quién encaja con quién si nada de lo que eres me conmueve y sin embargo, me conmueves. Si nada de lo que te hago es acertado y sin embargo, me retienes. Pienso en esa forma que tienes de desmentirme los oídos. En esa forma que tengo de contraer músculos y futuro a la misma vez, en el sudor abierto en canal por mi vientre. Tus sonidos son asalvajados y eres animal en un campo donde encontrar la ternura es valioso. Ojalá yo fuera como antes, como cuando no era una cárcel de batallas muertas, como cuando aún no me habían florecido las alcantarillas; ojalá yo fuera como antes para poder hacer algo más que fiarte mi piel.

El deseo es un pacto anárquico entre la puerta y tu cama, entre mi tiempo y mi destiempo. No hay manera de escribir esto sin ser una romántica o un fracaso. No vamos a ser el término medio. Es la recta que nos atraviesa, que me tiene perpleja. Ya no recuerdo cómo se estaba a la altura. Me entran ganas de cubrir con membranas mi boca y mis ojos, de ponerle esparadrapo a mis articulaciones. Pero sé que la próxima noche, va a venir Hiroshima desde el interior de los muslos,

arrasará
                   mis caderas,

mi hígado

y mi vergüenza,

y va a provocarme una lágrima con la misma belleza que tiene un cisne desplegado o un hombre que no teme lo que besa.




Paula Sanz.

lunes, 10 de octubre de 2011

Despropósitos de manual.



Textbook courtship:
Sí, era lindo ver desde la plaza San Martín [...] parejitas provincianas, [...] seres primitivos que para llegar al sexo no precisan dar, como nosotros, clase media frustrada y pretenciosa, tantos rodeos previos por zonas en que moran la religión y JeanPaul Sartre y la carestía de la vida y el teatro independiente y vio el último asalto y su cara me resulta conocida y dónde pasará Carnaval y Turismo y los partidos tradicionales están caducos y hace años que no había un verano tan caluroso y esto del dólar siempre a once es una situación artificial e insostenible y viaja usted siempre en este trole y me daría su teléfono y me siento tan cómodo hablando contigo. 
Gracias por el fuego, Mario Benedetti


Textbook aberrations:
Sí, era ridículo, caricaturesco y peripatético, por ese orden, salir a los adoquines de la calle de Espoz y Mina, salpicados de panfletos de empresas especializadas en la compraventa de oro y entradas para bares de dudosa ventilación, con el admirable objetivo de darle los últimos retoques a un despropósito de manual, de los que crean escuela. Invertir la noche en plasmar la presión de mis manos en puntos de tu geografía estratégicamente seleccionados conforme a un criterio de contingencia: solo en aquellas áreas que no llamarán la atención de puro casuales, a sabiendas de que palparte hace tiempo que dejó de ser casual; describir con mis codos, brazos y costados una alineación perfecta a la tuya, nacida de la inercia y del aprendizaje (de paso y de memoria) de tus estribores; oler a ti en el camino de vuelta, compaginando la memorización de tu olor con el descubrimiento de que estoy ralentizando mis pasos y recortando la distancia de mis zancadas adrede; concluir diciéndonos que, en efecto (en llamas), estamos discrepando a propósito cuando, en realidad (en llamas), lo único que tendría que decirte es que «me siento tan cómodo hablando contigo». 



paulasánchez

lunes, 3 de octubre de 2011

Whose misdirection?

La Capuchinada 
(Barcelona, marzo de 1966)

They will try to instill into you that adulthood means holding sway over your offspring. Do not forget there always remain tiny nooks to stream through. There is no point in dusting off one’s mistakes in order to obtain recognition, to thrive in foreign guilt, before others' shameful reluctance to give up. If ever I hold my sacrifices against you, I shall expect you to speak out and inflict your unadulthood on me: Haber luchado por lo que querías cuando aún estabas a tiempo.

Don’t you dare discourage,

They will have you believe you won’t make it, for one doesn’t make a living out of pipe dreams such as working-class struggle, labour rights and the likes. A waste of time, they’ll brag. If ever I am so rotten as to talk you into conformism, I shall expect you to speak out and inflict your disdain for relinquishment on me: Si por ti fuera, seguiríamos viviendo en una dictadura.

don’t you dare absolve my averageness

They will sanctify wait, decency and other dubious virtues, but remember prudishness never got anybody far. They will be scornful at you when you accept straight off, when you don’t spare a thought for your physical exposure. Uninvited feelings of remorse will gladly run their fingers down your back when you let his eyes wander over your nudity. If ever I condemn our nature, I shall expect you to speak out and inflict your beautiful inexperience on me: Qué lástima de cuerpos aquellos que caen en el desuso.

and do please wear your skin out with humanness. 

paulasánchez

domingo, 2 de octubre de 2011

To write love on her arms.

MoMa 2011.
How a good man loses his goodness. The convexity in the word 'devoid'. The rebounding of the body after the riot. The escapism out of nowhere. The happenstance of her mouth. She thrives.

Yo que tú tendría miedo
de verme doblar la esquina,
de verme triplicar los andrajos de tu alma,
de los cuadrantes de mi vientre capaz,
de verme quintuplicar la atmósfera 
con todos mis contagios.

How another man comes along. Spelling the word 'overcome' with eyes closed and fists open. The fabulous art of keeping it short and sweet. The enlarged dimensions of her womanhood. She is better crossing the Atlantic Ocean this time. She soars.

Perdono pero no olvido,
no olvido y no repito,
no repito y no recaigo
en los lastres que me han llevado
a descargar cuando no quería,
a querer cuando no debía,
a conformarme cuando ya no podía.

How he's got her smiling again. The endurance in the word 'ache', in the word 'versus'. She leaves once more, under the protection of her cherished revolution. The beautiful nature of her renewed, obscene kiss.

She skyrockets.



Paula Sanz.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Conservemos las formas.

 R. Deghati


Deberías haberles visto anoche:
ebrios de Loquejamásantes,
cercanos e inexpertos de mejilla,
drásticos de despropósito,
nuevos.
El entretenido momento en que

You should have felt you yesterday night
somehow merciful (welcoming my clumsiness),
randomly adamant (drawing hips nearer),
perplexingly warm (furthering your pressure across the back of my neck).
Perpexingly manly.
a woman realises

Tu aurais dû me voir ce matin
regretter les multitudes saumâtres et
 te convoiter autrement
(plus drastique, ou même
tout nu ?).

que, derrière les contours anodins d'un ami,
il y a un homme. 


paulasánchez

domingo, 25 de septiembre de 2011

The moment I jumped off of it.



Por ejemplo, no encuentro mi magma desbordante de pena. Juraría que lo había metido en sacos, de tanto que me sobró hace unos años. Tampoco sé dónde está mi órgano palpitante hecho migas; sigo notando en el pecho un ritmo militar que ya no va a agazaparse con cualquier desunión. Las personas se merecen una cercanía, no una distancia hedionda; las personas se merecen no tener que agarrarse a un clavo ardiendo. Los escalofríos en el estómago cuando pienso que no vas a acordarte del calibre de mi voz, no los tengo, no sé dónde los he puesto. Ahora salgo a la calle con más hombres y a veces, dejo que me den un beso en la mejilla, y a veces, dejo que se acomoden un poco más abajo del filo de mi mandíbula para contarme al oído metas preliminares. Sé que seguirás teniendo esa extrañeza y esa belleza de musgo antiguo y sé que no vas a volver a tenerme entre las piernas; también sé que he debido perder las bombas en el lagrimal porque no lloro, no estoy llorando, y eso que yo quería darte el gusto. 

Las personas se merecen reciprocidad a mansalva, algún fantasma pero no un jodido ectoplasma; las personas se merecen que alguien venga y les diga 'oye, que yo no te tengo miedo, que yo me quedo'. Se me han extraviado las obstrucciones en la tráquea cuando me entra la consciencia de que aún vives muy tranquilamente. Mira a ver si me he dejado los versos suicidas entre tus cosas, las costillas magulladas de las madrugadas, los girasoles podridos de mi nostalgia; mira a ver, que por aquí no están. Ahora he vuelto a las noches revoltosas, a pesar del esfuerzo para darle arranque a mi maquinaria sangrante. Ahora consigo romper media sonrisa a contrasol, me voy a dar por satisfecha, y eso que yo no quería darme el gusto.

Qué desastre, que no sé dónde he puesto nada de lo de antes. Que me he vuelto desorganizada, descuidada contigo y tus reliquias. Las personas se merecen a las personas, no a un grueso muro de ladrillo majestuoso. Las personas se merecen una buena compañía, así que viendo que me va a hacer falta, vas a tener que devolverme la mía.

Paula Sanz.
 



sábado, 17 de septiembre de 2011

Vanity Fair.

Change before you have to.
- Jack Welch -


Tiene algo la paciencia, que se desgasta tan pronto se menciona. Tiene algo curioso el paso del tiempo, que cuantas más horas se echa al hombro, más egocéntricas le parecen tus palabras.Y cuánto menos dulces.
I'm Miss autonomy, Miss nowhere, I'm at the bottom of me.
Habrá que verla, cuando la vida deje de hacerle trampas y vuelva a ser un hervidero de mujer. Habrá que verla, cuando les haga torniquetes a tus heridas de ametralladora, cuando se arañe el camino fuera de la tumba, cuando aprenda a contar en oro sus virtudes y a calmar con agua templada sus defectos.
Miss don't care, I’m Miss so soon, Miss androgyny.
Puede que tenga que amistarse un poco con las malas rachas, ser compañeras mientras dure. Empezar a vivir a pie, no proyectada sobre su propia termodinámica. Descalzar las aspiraciones, acostar temprano a los órganos para que no sufran tanto. Tiene algo de bestia un corazón malformado, que se recompone de cualquier manera y como buenamente puede. 
And I don't know where I've been and I don't know what I've done to me.
Y es que habrá que verla cuando recupere el hambre de mundo y haga uso de los diez ases que se le perdieron por la manga. Cómo de dura será su piel entonces, cómo de peligrosa. Podrá brindar por todas las historias que le chuparon el ánimo y que le desmantelaron el pequeño hogar que se había creado dentro.
And as I watch you disappear into the ground, my one mistake was that I never let you down. 
Tiene algo de hija de puta la mente, que te somete al vaivén de sus incongruencias. Pero habrá que verla, cuando crezca lo suficiente como para que tú seas la deficiencia. Por una vez, no tendrá que estar a bofetadas, pegándose por el cochino calor remanente de tu silla. No tendrá que curarte las manos iracundas que ningún dios te ha dado. Tiene algo el futuro negro, que inspira supervivencia.
And as I watch you disappear into my head, well, there's a man who’s telling me I might be dead.
Oh Miss nothing, Miss everything.

Paula Sanz y The Pretty Reckless.

jueves, 15 de septiembre de 2011

They will be in history books.

23 de febrero de 1981
(No es por legitimar pero)
él también era ciudadano y a él tampoco le habían escuchado.


Érase que se era una noche de agosto que se creía execrable. Aquella a la que se le cae la cara de vergüenza por anochecer, de las que prefieren mirar para otro lado y refugiarse en que su manto, con suerte, estará cobijando desastres de otro cariz (cuerpos que se desastran con ansias, ya sabéis). Aquella noche de agosto, estaban él y Él*, era Madrid y hacía calor.  
 
Ya sé que el otro día me pediste por tu casa y tu salud…
Sí, a ver, no te agobies, pero es que no los puedo exigir delante de un tribunal. Los del setenta y ocho (ya sé que no es cosa tuya) no los consideraron fundamentales.
–Sí, si también tengo por ahí pendientes un par de retoques a la manera en que me asientes eliges. Te me quejas de vez en cuando por unos grupillos que, total, harían el mismo apaño que yo al retal, pero es que es insondablemente complejo, no lo entenderías, el proceso. Mejor dejarlo como está. Ahora bien, estas dos líneas de aquí, yo les daría un par de puntadas. Cero con cuatro puntadas, vaya.
Pero, si ninguno de los grandes europeos ha conseguido gastar tan poco en los últimos veinte años, ¿estás seguro de que lo vamos a cosneguir?
¡Hombre de poca fe! Que sí, que sí, pero bueno, esto lo legislamos hoy pero lo empezamos a cumplir dentro de diez años.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy –susurra, tímido.
Hombre, date cuenta de que tal y como está el panorama ahora
Dos de cada centena estamos parados, cuatro entre nuestros hijos.
Exacto, estando las cosas así, mejor dentro de unos años, que, para entonces, a ti ya se te ha olvidado y el resto afuera ha hecho algo con sus dineros. A ver si con suerte se les caen un par de monedas al suelo y podemos agacharnos corriendo a recogerlas. Que ya te lo decía yo, que no se podía, tanto gastar en el hombre de a pie.
Pero si dicen que aquí el gasto público por habitante es el menor de toda Europa.
El problema es que ingresamos demasiado poco: hay que subir los impuestos.
Pero si el de la industria aquí paga casi tres cuartos de lo que el sueco, y en Suecia ya sabes que son los que más pagan. Además, los hay que tienen mucho y que no pagan; de hecho, leí el otro día que más del 71% del fraude es culpa precisamente de las grandes fortunas.
Quién te habrá mandado a ti leer. Eso no te lo han enseñado en esta casa, intelectual, que me vienes aquí de intelectual y de revolucionario. Tanto leer, tanto hablar y qué poco escucharme. Que me va a salir bien, ya lo verás.
Bueno, pues si es así, adelante dijo el pueblo, y el representante gobernante reformó el artículo 135 de la Constitución.**



paulasánchez, ciudadana no consultada y disconforme
*Corresponde al lector atribuir la mayúscula al personaje crea preciso.
** En realidad esta última frase forma parte de los excesos de dramatización que puede permitirse el cuento: claro que al pueblo no se le permitió pronunciarse al respecto; qué barbaridad, si no, faltar al honor de instrumentos sagrados como la «charanga y pandereta» y, por ende, del país que Machado así calificaba.

martes, 13 de septiembre de 2011

You gotta go there to come back.



Todo el mundo tiene problemas. Este es el mío. 
El hombre perfecto por defecto
con otro hombre dentro mucho más incapaz. 
Qué me has hecho,
a dónde quieres ir a cavar.
No sé qué es peor, 
tu muerte 
o la parte de mí que se ha muerto contigo. 
Mi amor 
o la parte de tí que se ha muerto con él. 

Todo el mundo tiene problemas. Este es el mío. 
El pájaro azul en mi corazón 
que se ahoga en whiskey,
las horas de piedra.
El hombre que no me pudo, 
que no entendió cómo querer
a una mujer de cuero y tierra.
Porque yo era águila y él dureza, 
porque yo era de él y él de hojarasca seca. 

Todo el mundo tiene problemas. Este es el mío.
Los nichos en los ojos,
el ataque soterrado entre las caderas.
La despellejada realidad
 de esta monstruosa paz de calavera.


Paula Sanz o sus restos.