sábado, 28 de enero de 2012

The silly season.

En la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva.
-Juan Ramón Jiménez-




Todo lo que va, vuelve y me pasa de largo. 
Me erizo de estupor por cada vez que logro 
olvidar los años en meses (1),
por este menosprecio taimado en la retina. 
Las dependencias se me acaban muriendo 
pero no sé yo.

Algunos hacen como si hubieran vivido siempre
y otros prefieren vivir despellejados a piedra;
me consta que perderé tanta piel como hombres me surquen (2).
La experiencia es un martillo de magnolias
pero qué sé yo.

Lo que no voy a, a lo que no vuelvo.
El consentimiento de mi cuerpo
cuando decide germinar en condiciones (3);
la repulsa cuando la vejez me circula como un hematoma negro
o qué sé yo.

Confieso que te he dedicado una ciudad

en lugar de abrazarte como querrían los románticos;
que me reconozco cada día menos y cada día más,
que yo iba a venderte con medio escrúpulo
pero no sé ya (4).




(1)  Fuck off, my dear.
(2) Fuck you, my dear.
(3) Fuck me, my dear.
(4) Fuck this, my dear.


Paula Sanz.

lunes, 16 de enero de 2012

An aftermath of human ignition.


Varón caucásico y hembra caucásica describen patrones reproductivos adecuados a una lógica de corte biológico (instinto de apareamiento), cultural (identificación de un paralelismo religioso) y socioeconómico (pertenencia a similar clase social, búsqueda de renta con arreglo a un mismo fin: constituir un núcleo familiar). 

Poco tiempo después (una milésima de segundo en comparación con la antigüedad del género humano) describen un movimiento disociativo debido, según el varón, a factores de corte religioso. Posteriormente, de integridad (propia, y falta de integridad ajena). Posteriormente, de incertidumbre (propia, e inutilidad de la certidumbre ajena). Posteriormente, de falta de cultura literaria por parte de la hembra caucásica. Finalmente, se compara la capacidad de abstracción de esta con la de un refresco fabricado por una empresa americana de alta participación israelí. La globalización aplicada a las relaciones interpersonales. 

[· Valor del movimiento disociativo atendiendo a criterios de unicidad: Cero.

· Valor del movimiento disociativo atendiendo al grado de ejercicio de la capacidad de raciocinio del género humano: IncalculableUna hembra caucásica se ha cuestionado su fe, su calidad humana, la autenticidad de su altruismo, su relevancia como persona en el mundo y su grado de impacto en otros.] 

Todo apunta a que el mundo sigue, impertérrito, su curso. Nada más lejos de la realidad: cada vez que un ser humano se hace una pregunta se produce una pequeña revolución.


paulasánchez

domingo, 15 de enero de 2012

I took an arrow to the knee.

Moriré o viviré. Las cosas más grandes se expresan brevemente.
[Eurípides]
Siempre me parece que me vas a conocer en el momento inapropiado. Cuando estoy entre ya y ya no, cuando estoy a medio sorbo de terminarme la cerveza, cuando me ha subido la miopía a dos setenta y cinco, cuando estoy tan agotada que se me ha curado hasta el insomnio. Siempre me parece que me vas a querer en el momento inapropiado. En mitad de una conversación, cuando yo te estoy contando que una mañana me senté al lado de una mujer en el metro que tenía la cara amoratada y unos ojos de terror y de finísima dignidad. En mitad de un serventesio mal rimado, en mitad de la frase ''pues hoy me han presentado a un gilipollas...''. Ahí vas a decírmelo, que sabes quién soy, qué clase de mujer con historias exageradamente negras soy, y que no te importa, no te importa nada porque no soportas el silencio celeste de las mujeres acogedoras. Que me quieres y punto. Que no lo dices por obligación, porque hayan pasado los seis meses de rigor y sea el próximo paso antes de pedirme que nos vayamos de vacaciones para luego no salir de la habitación. Me lo dices porque ahora sabes que tienes la capacidad de hacerlo y de hacerlo bien. Y a mí, por supuesto, todo esto me va a venir fatal.
[¿Quién está más ciego: ella, por pasarle por alto o él, por querer a una roca?]

Siempre me parece que te voy a conocer en el momento apropiado. Cuando ya estás harto de abrirles las piernas a mujeres que no te zarandean, cuando acabas de limpiar el baño, cuando justo te subes al ascensor a las 08:57 de la mañana. Siempre me parece que te voy a querer en el momento apropiado. En mitad de una tormenta, en el primer día que se puede salir de casa sin abrigo, en el instante en el que destensas el cuerpo y te desplomas sobre mis huesos. Ahí voy a decírtelo, que me extirpas el pasado, que resulta que te quiero y me da rabia, que no quiero hijos pero contigo quiero hijos, que como me sueltes te mato, te mato, te mato. Y a tí, por supuesto, todo esto te va a venir fatal.
[¿Quién está más intoxicado: ella, por fantasiosa o él, por deshonesto?]

Siempre me parece que te voy a conocer en el momento inapropiado. Procura no hacerme ningún caso cuando te lo diga. Quiéreme cuando te de la gana, yo voy a hacer lo mismo.
[Si tenemos suerte, igual hasta coincidimos.]



Paula Sanz.

miércoles, 11 de enero de 2012

Our blatant disrespect for the practice of mercy.

                                C. Manuel, Premio Ortega y Gasset 2010

Me alejas de Dios.

Defectos tengo a pares, la verdad sea dicha: me muerdo las uñas, cuando vuelvo tarde de fiesta me da pereza lavarme los dientes, a veces no me preocupo por limar mi forma de rebatir las ideas ajenas y, peor que todo eso: tengo una pasión casi obsesiva por aprender.

Por lo demás, considero que no soy mala gente: mis propósitos de año nuevo son no morderme las uñas, conseguir que cada persona con la que me cruce se ría al menos una vez durante la conversación y tener un consumo más responsable. Que me cronometro hasta el tiempo que paso en la ducha, vaya, porque leí que si tardas cuatro minutos en vez de los ocho habituales se ahorran 12.000 litros de agua al año. Me fui de rebajas el día antes de que Zara destinase 1,8 millones de euros en proyectos sociales para compensar por las condiciones de esclavitud a las que sometía a su plantilla brasileña. Al día siguiente fui a devolverlo todo menos unos vaqueros que necesitaba. Aún me reconcome lo de los vaqueros.

Yo sabía que la conversación iba a abordar lo de que nuestro telediario se quedaba ahí y le tenía una pregunta preparada: ¿has sido más feliz sin mí estas dos semanas? No he necesitado plantearla, porque tan pronto he asegurado eso no es un problema, es casi mejor según mis principios que no hagamos nada su reacción me ha recordado a cuando los parlamentarios dan una respuesta inconexa con la anterior acometida verbal; es decir, que traía la intervención preparada de casa. Lo cierto (lo triste) es que he tenido que verbalizar por él que ansiarle antes y aceptar no ansiar después es una incoherencia por mi parte digna de su desconfianza. 

Yo, en su lugar, hubiese pensado joder, qué chica más genial: comprende que para mí es importante y prefiere plegarse a tirarnos por la borda. Qué monstruos somos que a la felicidad ajena, a la bellísima incapacidad humana de controlar la necesidad mutua de amor, la hemos seguido de remordimientos y a ese remordimiento le hemos llamado dios.

Yo creía que compartíamos el mismo. Sin embargo, el mío no causa desasosiegos cuando admiras a alguien con la boca y con las manos. Que sepas que si te he quitado la ropa era para facilitarle a mi dios la tarea de apreciar su obra.

Mi dios me hizo de frente, me hizo de piel y me hizo pequeñaja para que disfrutes de mí cada poro: el hombre y la mujer, débiles e imperfectos, son su mayor gloria. Mi dios no me quiere arrepentida de entrega.

Ojalá mañana cuando vayas a misa tu Dios te recompense la desgracia de hoy mirándote desde arriba y asienta admirado como diciendo 
Este es mi chico.


paulasánchez

lunes, 2 de enero de 2012

Don't go away amid excuses (just go away).

Tu mediodía - Depedro

Sé guapo hasta con gafas.
Péinate de lado y actúa como si nunca te hubieras mirado al espejo. Aparenta una clase social que luego no te corresponde. Di que fuiste capitán de rugby y demás americanadas que al fin y al cabo contribuyen a que abramos las piernas.

Asegúrate de que os habéis vivido (antes).
Estar cansado es hasta cierto punto difícil de comprender para una persona que no lo está nunca. Úsalo como excusa lo menos posible.

Agardéniala sin lisonjas.
¿Te he dicho ya que eres preciosa? resulta arrollador cuando no es ex profeso y vomitivo cuando sustituye a una disculpa.

Házselo en el asiento trasero de un coche como tú lo haces.
Avisa de que eres un poco bruto con antelación. Respira fuerte para que sepa que no es ella sola la que hace tiempo que dejó de ver el techo del coche. Mejora a la segunda: sujétale la cabeza con cuidado mientras y empieza despacio para ir ganando progresivamente en velocidad.

No atentes contra los mediodías ajenos.
Hay gente alegre por naturaleza. Piénsate el efecto que ejerces sobre los otros y plantéate el propósito mañanero de vivir para arrancar sonrisas.

Di que vas solo si efectivamente vas.
A llamar, a salir, a dar. No hace falta que lo hagas si no quieres. De lo contrario, incurrirás en lo que comúnmente se denomina mentir. Posteriormente, evita que una gran proporción de las noticias que das sea la conjugación del verbo disculpar seguida de la excusa correspondiente.

Esfuérzate por resultar fácil de aparcar.
Ahórrate en la medida de lo posible los gestos caballerosos que puedan derivar en que la  de turno se piense que está siendo una mala persona solicitándote que te marches. Que no parezca que podrías aprender de ella o ser mejor persona si ella fuese lo suficientemente tenaz como para reincidir a conciencia. 

paulasánchez