viernes, 31 de diciembre de 2010

All this weird beauty thrown right at me.



My wrecked nature, [sit down beside me]
these frazzled lips, [patch them up]
the drab glow of fraught skins [the name of our greatness]
placed upon me like murder chills. [pour me some oblivion]

Gentle verge of rupture, [this withdrawal was never true]
slow down the cataclysm. [hand in hand]
Fend for yourself, [knowing]
we only scratched the surface. [pull me in]

All this weird beauty, [don't come away]
my nurtured mindset.[the time of our lives]
Long live [us].




Paula Sanz.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

In the name of the best within us.


In the name of the best within us, I say:

Que qué era esto, te decía yo. Que si era para morirnos o si era para la vida en adelante. Y yo ya sabía la respuesta, la bonita, la que me abarca. Perdí el control, corazón, cuando deduje tu reflejo a través de la botella de limoncello. Que esto era aquello, me decía yo. Aquello que mueve mares y que me engendró la locura de pensar que diez horas en el aire son tres películas y no mil euros de turbulencias. Levanté el freno de mano, me expulsé del mercado, corazón, el día que me preguntaste si yo tenía fe en las cosas. Que la fe la tengo en nosotros, me dije yo. No hay más perfiles de esperanza en este cuerpo. Me gustaba vivir de las rocas, hasta que apareciste tú con la arcilla de la revolución natural. Que hubiéramos sido grandiosos, te decía yo. Y tú ya sabías la respuesta, la que te contaba yo todos los días, la que acumulamos en cuatro meses como cuatro maravillas.
[La realidad fue así, pero multiplicada por cincuenta]



Erring on the edge of safe, I say:

Yo tengo que volver, y nadie es capaz de comprender tu ausencia mejor que tú mismo. Via Molino delle Armi está muerta, Via Ludovico Muratori está muerta, el quicio de nuestras puertas, la noche templada de la colisión, corazón, del arrebato, y todos se han muerto ya, subyacen las sombras. Pero yo tengo un pulso arrítmico, un latido de menos que se apelmaza con el siguiente, yo tengo la sangre escocida, corazón, y no te lo quiero decir, que siento que me voy a morir cada medio minuto, que me saques de esta caja de hierro, por favor. Yo tengo que aprender a volver, aunque sea a golpe de día a día.
[La realidad ahora es así, pero multiplicada por cincuenta y uno]



-Prometo que por cada vez que diga muerte, diré alas. Por cada negro, depuraré un rosal. Por cada rabia, diré afán. Prometo por si sirve de algo; por si dentro de siete horas, te da a ti por prometer.-




Paula, y con eso basta.


martes, 28 de diciembre de 2010

Il sapore acido della parola (Te preceduta da) Senza.


Creo (que no es ni por asomo lo mismo que afirmo) que has hecho bien en ir para dejarte la piel. En ir para darte íntegra, sin límites ni condiciones. Creo (e insisto en la vacilante naturaleza de creer) que has hecho bien en ir, para quedarte en Milán. Porque lo que ha vuelto no es lo que se fue. You were never the kind who if onlys her life away.

Creo que haces bien en llorar. Porque cada lágrima es una huella y las huellas prueban que has andado. Dime para qué querría nadie una senda intacta. Dime si volverías sobre tus pasos y despojarías una catedral de los símiles con formas de mujer, los cientos de rincones de la indistinguible mezcolanza española de amor y ebriedad, tu lengua materna de los abordajes de la italiana. Don’t regret you got your fingers badly burnt: be glad your hand was eager to approach the fire.

Así que vete, Paula, vete lejos, vete detrás de él, bébete los océanos si crees (no hace falta estar siempre seguro de todo) que vale la pena. Vete a dejar a Góngora a la altura del betún y boquiabiertos a catedráticos extranjeros a golpe de verso libre, en el orden que prefieras. Vete a demostrar a quienes te daban por sentada que se han quedado irrisoriamente cortos. Pull out all the stops. O rehazte a Madrid y llora. Quédate dentro y cierra las ventanas, como un día escribiste. Vístete de luto por la pasión que te viene de raza, por las páginas que vas a llenar de estrofas infectas, por la palabra distancia y por el género que compartís. Start with a clean sheet. I've got aplenty for you.
Tienes derecho a hacer con tu vida lo que te dé la realísima gana a partir de ahora, porque ya has dado la talla todo lo que debías y más. You have the right to call it a day.


paulasánchez

domingo, 26 de diciembre de 2010

Enlighten me.


The Persian nature of your name has lulled my common sense

to rest in luscious aftertastes of dates and saffroned scents.



I’d fingercomb your every curl,

tousled as they might be,

unhurriedly describe their whirl

—and set my hands unfree.


I’d sip your eyelids –blind you mine–

in quest of the serene

blue-gray waters that rest behind

wreaking havoc on me.



Prosaic words (tasteless casualties of vapid talk) rejoice,

brimful of honeyed subtleties, when smothered in your voice.



I’d trace the enticing pathway from

your eyebrows to your nose,

my breath and fingertips agog

over your leaning close.


I’d pour us forth—

I’d breathe you in—

I’d learn –by touch– by heart the unshaven pleasure of your skin

faltering woulds apart.




Droughts of a man [your dearth] wither by half the word woman.

I dry

[for no Eastern zithers play along sere jasmines].


paulasánchez