sábado, 22 de mayo de 2010

How a resurrection really feels.


El escozor de los momentos grandes. Las venas irritadas de la desmesura. Echar la vida por los huesos. Cascada de piel femenina encima de ti. Decir lo obsceno, lo tremendo. Acumular los abstractos de los ojos cuando centellean desde dentro. Prendernos en un conjunto inimaginable. Capacitarnos. Irradiar sofoco. Aires templados desde fuera hasta los empeines del pie. El sabor ancestral del hombre primitivo e incorrputo. Dejar, de una vez por todas, de vivir del cuento. Arrancar la vida de antes, la dolida. Soterrar todos los tiempos anteriores, todas las manos y todos los mejunjes desprendidos por otros cuerpos erosiondos en la memoria. Porque partimos de aquí. Del vibrar del pecho desplegado. Las fisuras tan nítidas de le emoción embotellada. La pausa, el estado cíclico. Allá el resto con sus conciencias, con sus elucubraciones, con sus orgullos. Allá que se queden, flotando en la rozadura.El gesto desprevenido de la melaza entre los labios. El presente físico del todo siendo igual a la suma de las partes. Exactitud en los ángulos. Concedernos los gerundios. No recordar tanto sudor ni tan poca sombra . Suponer que así es la catarsis, la evolución, el ancla desencallada, las cenizas hechas ave de nuevo. No suponerlo, saberlo. Jurarlo enloquecidamente. Defenderlo. Viceversarnos. Muchísimas veces. Y basta, la ofensa, la crítica afuera, el mundo entrometiéndose. Zanjarlos. Recitarnos entre las piernas. Que reverbere la voz en el hueco de los muslos. Vendimiar la plenitud, y consumarla a puñados. No estirar demasiado esos raros segundos de universalidad, no funcionar en las retaguardias. La provocación deliciosamente oportuna. Elogiar la importancia de la simbiosis. Sinergia escurrida por el cuello. Eso que se hace de enmudecer cuando la plasticidad de la palabra se queda corta. No ser precisamente capaz de explicar de modo terrenal la resurrección de la carne. Que era polvorienta, que era hollín, que ahora es la matriz de la matriz de la auténtica persistencia.



we begin the work

may it continue
the great transmutation
may it continue
rite of instruction
may it continue
rite of passage
may it continue
as woman continues
may it continue
as breath continues
may it continue
- Diane di Prima-


Paula Sanz.

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