martes, 11 de enero de 2011

Where does the good go?


- ''...Verás, es que si no, me vuelvo loca (me vuelves loca, quería yo decir). He hecho una lista con las cosas que me tengo que comprar,¿quieres que te la lea? Es solo un momento de nada. Mira, lo primero, algo dulce, que la distancia sabe a tiza vieja. Dos pares de remos, para llegar a la otra orilla y evitar hundirme con todo esto. Tres montañas, donde colocar los castillos que he construido en el aire y que se me están tambaleando. No te rías, no, que es cierto. Si a levantar los castillos me has ayudado tú, listillo. Bueno, sigo...cuatro esquinas de una cama, no del foso de penumbra de mi duermevela. Cinco clavos que no sacarán tu clavo, pero oye, yo apunto alto. Quizás al quinto ya no siga remojada en tu magnificencia. Quizás, por lo menos, me ayuden a cubrir de remiendos las laceraciones de tu nombre. Seis abrigos que abulten, para colocarlos a mi lado por las noches y fingir que aún me destapas. Siete pecados capitales que vender más caros de lo que me valieron. Así hago hucha para los ocho(cientos) euros que me cuesta ir a chocarme contigo por casualidad en la calle. Nueve espejos donde reflejar una foto tuya, y creerme que estás conmigo sin importar el ángulo. Sí, sí, uso la foto con la bufanda esa que tanto te gusta. Es la que más justicia te hace. Que...¿por dónde iba? Ah, ya, diez. Diez minutos extra en el día, para compensar los diez minutos que pierdo devanándome el cerebro sobre nosotros cada mañana. Camisas de once baras que ir añadiendo a mi colección de laberintos sin salida. Doce uvas para volver a repetir las supersticiones, que la buena suerte me anda faltando desde que no estás. Trece canciones nuevas que no digan nada remotamente parecido al amor. Catorce suscripciones al verbo 'superar'. Quince ramos de flores por los quince meses juntos que igual nunca llegaremos a celebrar. No me pongo dramática, no, pero las dosis de realidad hay que emplearlas de vez en cuando. Bueno, y yo creo que más o menos eso es todo. A lo mejor dieciseis ladrillos con los que ir preparando una pared que me aísle del resto de los hombres. No, no estoy hablando de abstinencia. Te estoy diciendo que es porque no cabe en mí más vínculo que tú. Ya lo sé que estoy loca, si te lo vengo comentando desde hace un rato. Pero no te preocupes, corazón. Voy a estar bien. Solo nos hace falta paciencia, eso se me ha olvidado ponerlo en la lista. Paciencia, que cada día quedará menos. ¿Cómo que menos para qué? Pues para no tener que estar teniendo estos gastos en la compra, corazón, para eso.''

Click.-








Paula Sanz.

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