domingo, 25 de septiembre de 2011

The moment I jumped off of it.



Por ejemplo, no encuentro mi magma desbordante de pena. Juraría que lo había metido en sacos, de tanto que me sobró hace unos años. Tampoco sé dónde está mi órgano palpitante hecho migas; sigo notando en el pecho un ritmo militar que ya no va a agazaparse con cualquier desunión. Las personas se merecen una cercanía, no una distancia hedionda; las personas se merecen no tener que agarrarse a un clavo ardiendo. Los escalofríos en el estómago cuando pienso que no vas a acordarte del calibre de mi voz, no los tengo, no sé dónde los he puesto. Ahora salgo a la calle con más hombres y a veces, dejo que me den un beso en la mejilla, y a veces, dejo que se acomoden un poco más abajo del filo de mi mandíbula para contarme al oído metas preliminares. Sé que seguirás teniendo esa extrañeza y esa belleza de musgo antiguo y sé que no vas a volver a tenerme entre las piernas; también sé que he debido perder las bombas en el lagrimal porque no lloro, no estoy llorando, y eso que yo quería darte el gusto. 

Las personas se merecen reciprocidad a mansalva, algún fantasma pero no un jodido ectoplasma; las personas se merecen que alguien venga y les diga 'oye, que yo no te tengo miedo, que yo me quedo'. Se me han extraviado las obstrucciones en la tráquea cuando me entra la consciencia de que aún vives muy tranquilamente. Mira a ver si me he dejado los versos suicidas entre tus cosas, las costillas magulladas de las madrugadas, los girasoles podridos de mi nostalgia; mira a ver, que por aquí no están. Ahora he vuelto a las noches revoltosas, a pesar del esfuerzo para darle arranque a mi maquinaria sangrante. Ahora consigo romper media sonrisa a contrasol, me voy a dar por satisfecha, y eso que yo no quería darme el gusto.

Qué desastre, que no sé dónde he puesto nada de lo de antes. Que me he vuelto desorganizada, descuidada contigo y tus reliquias. Las personas se merecen a las personas, no a un grueso muro de ladrillo majestuoso. Las personas se merecen una buena compañía, así que viendo que me va a hacer falta, vas a tener que devolverme la mía.

Paula Sanz.
 



2 comentarios:

  1. ¡Gigante! Muy satisfecha de que la maquinaria vuelva a ponerse en funcionamiento ;).

    pd. Me encanta la última canción :)

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