domingo, 8 de abril de 2012

A mouth made to do violence on.

-La vida es una muerte que nos lleva tiempo.
Emily Dickinson-



Veo color fucsia mientras reboto en el suelo y vuelvo a alzarme en el aire. Para quien quiera morderme el cuello, sabrá a sal y a colonia. Se me alborota el pelo, me doy empujones con la gente que me rodea, veo azul neón, veo naranja tibio, me casco la voz. -¿Quieres otra copa?- oigo, -No,no,no, gracias, si es que me las estoy tirando encima-. Y entonces, por primera vez, en mis ojos no hay sitio para nosotros dos. Soy solo yo, con mi vocación de incidente de diminuta tragedia. Con los campos ociosos de mi cuerpo donde no se recolectan los arándanos. Con las manos sumisas de mis tardes. A medio vuelo, las puntas del pie casi tocando la superficie pegajosa, el empeine en una curvatura que se parece a un orgasmo delicado, se desata en mí la libertad. Consiento que le dés paso a una mujer nueva que sepa naufragar cada cinco palabras, que puedas escoltar a tu gusto. Yo estoy que reviento pero no más ropa interior sudada de incoherencia. Noto la ginebra reverberar en mi garganta y me trona el pecho con la música. El humo de los cañones me difumina, veo amarillento, veo verde lima, sujeto un hielo entre mis dientes hasta que me duele. -¿Estás con alguien?- oigo, -No, ahora soy yo la que está sola-. Sin esa persistencia tuya, que aparecías de golpe y lo estropeabas todo y yo lo estropeaba también. Aunque no siempre; a veces nadábamos juntos río arriba entre las algas y nos sacábamos jugo, felices, tranquilos. Esto se lo hará el humano mutuamente hasta la eternidad: un juego de palas y sangre, contigo y sin tí, contigo y sin tí. Intento descalzarme pero noto los cristales en mis plantas. He aprendido de una en una las normas de los talones y las medias rotas. -¿Te vas ya? Quédate, anda- oigo, -Si me quedo vas a tener que sacarme de aquí como un saco de patatas. Nos vemos-.


[...]

Al llegar a casa, me quedo en blusa fumando en la ventana. Yo no fumo pero hoy me viene bien. Es curioso, que las cosas muten de esta forma, que yo me sorprenda haciendo lo que tantas veces te he visto hacer. Que sea esta intimidad infinita y menuda la que me quedo de tí. Veo burdeos, veo gris niebla, veo rosa seda y ya ves, tú me la pagas con hembra y yo me termino el cigarro encantada poco antes de las seis-cuarenta y tres.


Paula Sanz

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. It was high time.


    ¿Y sabes qué? Que me gusta más que el original porque no hay ni rastro del sharp bitterness del principio, sobre todo del verbo necesito que cada vez que lo leías te sentías pobre, humanamente muy pobre, y con ganas de ayudar a Paula Sanz. Igual sigue siendo el objetivo de este texto, pero afortunadamente no te ha salido :).

    pd. Sale que me he autocensurado porque con la emoción de comentarte le he dado a publicar a la mitad jaja.

    ResponderEliminar
  3. Este mes cumplo un año siendo vuestra lectora habitual!! Sólo quería felicitaros una vez más por vuestra mágnifica tarea, y agradecer vuestra constancia!!
    pd: me ha encantado el último texto, tiene que ser difícil dar poesía a una noche de fiesta.

    Patricia :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Patricia!Nosotras agradecerte enormemente que nos leas y siempre pongas comentarios increíbles:)

      Planeamos seguir por aquí mucho tiempo y gracias de nuevo:)

      Paula y Paula

      Eliminar