miércoles, 20 de enero de 2010

Let the truth sting.


Foto: De la iniciativa ''Before I die'' polaroids.


Me puedo imaginar cómo serías debajo del edredón. Las tumbas se agrietan de igual forma que se me cuartean las manos con el ácido de rutina. Deberíamos hablar de la enfermedad y matar este miedo que acorrala las entrañas. Creo que sabrías encajar con mi postura. Olor a metamorfósis, esbozos de labios de perfil, escribir al ritmo de la música. Hacer cenizas si mueren. Devorar la perdición. La hierba bajo los pies cansados. El gris perlado del cielo cuando repican las campanas con ausencia. Si me tocas justo encima de la cadera, me tienes. La punta de la nariz manchada de nata. Llevar las flores al cementerio para adornar los huecos del alma. Comer sin gana, llorar hacia dentro, descarnados enteros los nudillos. Me puedo hacer una idea de cómo eres sin ropa. Puedo hasta describirte sin haber posado las pupilas sobre tu estructura. La mermelada un sábado, irse por la tangente, correr en busca del tiempo perdido. Replegarse ante la desgracia, no querer querer nunca jamás. Los crematorios que desprenden humo viciado de suplicios. Los lagrimales anegados. Lamer las heridas. Me puedo figurar que entenderías de besos agolpados y ansiosos. Que no te asustarías ante mi prisa, mi estrechez animal, la inmensidad de mi afecto. Los hielos en la espalda machacando el sudor. Deberíamos hablar de lo que ocurre por las noches en mi cama y aniquilar esta vergüenza que aprisiona. Una foto desenfocada, una foto antigua, una foto cierta. Las manchas de maquillaje en el cuello de la camisa. El sol los domingos, un café con espuma, tinta entre los dedos. Pasar delante de un funeral y sujetar el aire. El día a día marrón. Por no decir incoloro. Los pasillos inhumanos de los hospitales. No poder seguir leyendo estas líneas porque cae rodando la pena por todas partes. Odiar a quien te recuerda lo que falta. Que no me faltes. Zumo de naranja con mucha azúcar, los codos suaves, el pelo en bucles distorsionados. Me puedo imaginar cómo me agarrarías si se diese el caso. Las lápidas de mármol nefasto y extraño. Subterranean Homesick Blues entre copa y copa, pompas de jabón, apoyarse con todo el peso en la barra del bar. Estar vivo. Vivir muerto. Que vivamos. Que sepamos morir a tiempo.








Paula Sanz.

4 comentarios:

  1. Estamos intensos no, lo siguiente!

    Y de repente en vez de seguir escondida te plasmas a ti misma en forma de lineas. Considerate afortunada, tienes la capacidad de jugar a estar viva y jugar a morir, para mi hay poquisimas personas con esa capacidad siquiera de plantearse si quieren jugar a algo. En mi caso oscilo entre mi adorada individualización y la NADA. Poco control sobre mi equilibrio, y ahora estoy en época desierta (no me salen los textos!!!aagghhh!! )donde soy muy poco consciente de mis actos y pensamientos y me dejo arrastrar por esa voragine llamada rutina.

    ¿Crees que todo el mundo elige como participa en el juego? En general y asi en petit comité: a ratos tengo un absoluto desprecio por la mayoria de la gente

    A seguir oscilando bien!un beso

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  2. no conocia el proyecto este de las polaroid. Me he enamorado.

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  3. ah!y gracias a las Paula San(che)z por compartir vuestras historias con el mundo! Si no me aportasen no comentaría ni leería :)

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  4. Este texto es enorme, Paula, enorme porque resume mis momentos de desesperanza a la perfeccion. Sin embargo, me niego en rotundo a seguir siendo incapaz de conciliar el suenho por las noches (algun dia te cansaras tu también), de ahi el texto que le sigue.

    pd. Cero tildes salvo la de la e por el jodido teclado francés

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