lunes, 1 de marzo de 2010

Ella, maldita alma.


Solo acorralan los que quieren sacar tajada del pronombre nosotros. Solo ahuyentan los que se regodean en el moho de sus extremidades infrautilizadas. Solo recriminan los que saben que no abundan en razón ni en pies firmes para sostener el argumento. Ella, ni corral, ni huida, ni protesta. Ella, que ni ser, ni estar, ni parecer. Ella, que se va, que se está llendo, que así lo quiso siempre. Que solo inculpan los que no quieren pringarse en el barro. Solo suponen los que andan faltos de ideas. Ella, elegancia como nuevo sinónimo de ver-oir-alucinar. Únicamente reaccionan los que se creen que alguna vez tuvieron ventaja. Y ella, que prefiere escuchar Syd Barret y que no molesten, que está ocupada con a che ora inizia l'imbarco?, que fluye trenzada en días de vino y rosas. Solo llaman a la puerta los que se olvidaron la excusa entre los pliegues del edredón. Solo se ponen nerviosos los que tienen el amor propio descompensado. Ella, de oca en oca y tiro porque me toca. Y solo eligen los que realmente tienen claras las alternativas. Solo son claros los que realmente creen en su intención. Únicamente hiere quien tiene el veneno, la navaja o la piel. Todo lo demás son las sobras de un apócope de laceración. Ella, ni demencias ni niños muertos. Ella, labios de salitre hasta que se demuestre lo contrario. Solo pesa la copa si está preñada de coplas mal ensayadas dentro de cabezas confusas. Solo ajusticiaría el tiempo si ella pidiera justicia, si fuese a mover un dedo. Pero ella no. Ella, que casi cae en la trampa y casi arruga el cartón.




Paula Sanz.

2 comentarios:

  1. IMPRESSED!
    me encanta! Es demasiado.. :)

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  2. Solo eligen los que tienen claras las alternativas... la verdad es que esa frase me viene al pelo hoy, mil gracias :)

    pd. Siempre me ha flipado el titulo de dias de vino y rosas :)

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