lunes, 8 de marzo de 2010

So let's not get carried away with the process of elimination.


(EN CLAVE DE DRAMA)

Si deja de parecer Madrid un cementerio sepultado de agua, entonces quizás me entren ganas de dejar el estrangulamiento a un lado y me proponga vestirme con algo que no parezca un harapo. Si dejas de parecer cemento, quizás igual también me entren las ganas. Bebo de la botella helada de la nevera y me parto en escalofríos, desentierro el hacha de guerra para afilar la hoja con la pasividad de un suicida. Vagabundeo por los recovecos de mi cuerpo, compruebo que siguen todos en disfunción, y el pelo, por supuesto, enmarañado de resentimiento. Si esto es el diluvio universal, me dejo ahogar. Con los pies tan fríos solo se me ocurren maneras de arder impunemente, y no tener que partirme los tobillos hasta tu puerta para balbucear ''verás, me vuelvo loca''. Si tuviera un piano seguramente hoy compondría la décima sinfonía. Pero solo tengo un montón de botes de tinta, plumas torcidas, papel rasposo, y unas yemas de los dedos que solo saben deprimir el terreno que recorren. Por qué no estoy convencida de las decisiones que tomo y por qué no deja de pasear por mis retinas el inconfundible esquinazo de tu desbarajuste. Me llega a entorpecer los pensamientos el ruido de la lluvia espesa. Me llegas, no sé desde dónde ni desde cuándo. Otro trago de la botella y esta vez se me tiñen de morado los labios. Para agravar el dolor de espalda, me tumbo sobre el suelo a mecer mi mísera estupidez. Si algún día se acaban los huracanes, entonces igual rompo el cristal y empiezo a entrenarme en la complicada disciplina de respirar sin desgana.



(EN CLAVE DE COMEDIA)

El jersey de lana blanco y solo las bragas y el sujetador debajo hacen de mí el esperpento perfecto para abrirte la puerta y hacer que se te olvide lo que venías a hacer aquí. Me encanta decir la palabra 'bragas' y que suene como un híbrido entre sexualidad y vulgaridad. Bebo a morro de la botella y me regodeo en el placer de hacerlo, tanto, que ni se me hielan el paladar ni la entrepierna. Es más, me entra la risa al tiritar, me castañetean los dientes y me río otra vez; me pasa desde que soy pequeña. Acción-reacción. Acción yo-reacción tú, también. Si esto es el diluvio universal, me las voy a dar de doncella en apuros, a ver si alguien viene y me saca a flote. Se me ocurre merodear por mi cuerpo, y tiene eso algo de perversión que me fascina y me pone de buen humor, incluso cuando se encadenan las tormentas. Caminar descalza por la casa hace que se me ocurran versos sin parar, y qué paz adimensional se instala en mis ojos al contemplar el horizonte sedoso de mis posibilidades. Si tuviera una guitarra haría el intento de aprender Tears in Heaven y así ir con el tiempo. Curiosamente, a veces me gustan las redundancias; las cosas que redundan de la misma manera que yo me reitero en tí, quiero decir. Se me entumecen los labios de pegarlos contra el vidrio de la ventana y hacer dibujos ridículos. Se me seca la garganta de tanto tararear y bebo de nuevo solo para descubrir que tengo una sed de otro tipo. De purísimo aburrimiento, me recuesto en el suelo, siento los huesos chocar contra este, blasfemo, sonrío, digo 'bragas'. Y si algún día se marchan las borrascas, entonces igual salgo a aspirar el aroma que tiene mi pelo cuando va desde mi portal hasta tu cama.




Paula Sanz.

3 comentarios:

  1. Drama y comedia? Jaja veo tus clases de cine invadiéndonos el blog!! Grandes innovaciones :D!!

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  2. pd. y la foto? me encanta el gesto de ella y los aires de ladies man de él jaja! quién es ella? de donde la has sacado??

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